domingo, 1 de febrero de 2015

Mitch Becker


Mitch Becker surgió en el mundo del arte de finales de 1950 en Chicago, entre los gestos del expresionismo abstracto y declaraciones acerca de la "muerte de la pintura". Los pintores más influyentes de su juventud, como De Kooning, Rothko, y Rivers, le proporcionaron intereses y desafíos, y su respeto hacia ellos es todavía evidente actualmente, muchos años después. Durante la primera década como pintor obtuvo un notable reconocimiento público, tanto en los EE.UU. como en Israel, donde se estableció en 1972. Aquí construyó su estudio en su casa y, para ganarse la vida, enseña pintura en la Midrasha, Escuela de Arte. Como profesor, Mitch inspiró a miles de estudiantes.
El desarrollo artístico de Mitch durante cinco décadas esboza una opción, tal vez incluso una necesaria opción para la resurrección de la pintura de sus cenizas, después de que la narratividad, la imagen, y el acto de la pintura misma se hayan quemado en la hoguera de la modernidad. Recordando la influencia de los críticos Clement Greenberg y Harold Rosenberg en el ambiente artístico de su juventud, Mitch concluye brevemente: "Yo no podía entender por qué demonios estaban hablando." Obviamente, esta es una reconstrucción desde la perspectiva de un artista experimentado que ha acumulado suficiente confianza en sí mismo a través de los años para declarar que le gusta pintar, que está encantado con el espacio pictórico, que tiene una pasión por los colores, ya que son revelaron en la naturaleza, y que su autoestima y el valor de su obra son totalmente independientes de la palabra escrita.
Ariel Tsovel
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.















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